No leo por leer, ni dejo que me den gato por libro. Desconfío de los
libros que maúllan hinchando el lomo, engatusándome con su piel o su
rústica. Recelo también de los libros que me aúllan como lobos, entre
manadas de Premios y floripondios. Si al llegar a la décima página
(quizás hasta la duodécima) no me he metido de cabeza y de corazón en lo
que me está contando, empieza a decaer toda esperanza.
Pero si dentro del libro, y de mí, empiezo a descubrir un paraíso flotante entre el oleaje de palabras, si ahí encuentro el sosiego que me faltaba, el alivio de mis miserias; si el libro aviva mi ingenio, como decía el señor Miguel (de Cervantes); si me complace hacer y rehacer lo andado, a mi aire, paseando por el significado de un texto pero también leyendo entre líneas para descubrir lo no escrito, no hace falta que nadie me diga más: voy por buen camino.
Dicen que los autores, por más obras que publiquemos, siempre escribimos el mismo libro. Quizás. Sólo sé que un mismo libro se convierte en tantos libros distintos como lectores tenga. Cada cual lo reescribe al leerlo.
Pero si dentro del libro, y de mí, empiezo a descubrir un paraíso flotante entre el oleaje de palabras, si ahí encuentro el sosiego que me faltaba, el alivio de mis miserias; si el libro aviva mi ingenio, como decía el señor Miguel (de Cervantes); si me complace hacer y rehacer lo andado, a mi aire, paseando por el significado de un texto pero también leyendo entre líneas para descubrir lo no escrito, no hace falta que nadie me diga más: voy por buen camino.
Dicen que los autores, por más obras que publiquemos, siempre escribimos el mismo libro. Quizás. Sólo sé que un mismo libro se convierte en tantos libros distintos como lectores tenga. Cada cual lo reescribe al leerlo.
Y además, cuando vuelvas a leer ese libro muchos años después
comprobarás que tampoco es el mismo que recordabas. Tú también habrás
cambiado y si has seguido enviciado con la adicción a la lectura,
eligiendo bien y leyendo mejor, serás más sabio o sabia, más
interesante, más persona y, probablemente, más feliz.
Por eso, escoge cada libro como quien elige un amor. Si aciertas, gózalo. Y si te falta, otro te espera. Y otro…
Por eso, escoge cada libro como quien elige un amor. Si aciertas, gózalo. Y si te falta, otro te espera. Y otro…
Hola!
ResponderEliminarLamento el comentario fuera de tema. Pero te escribía de parte del Club Apadrina un Blog, porque hay un blog que desea apadrinarte y no hemos podido encontrar un mail tuyo para hacerlo más personal. Te dejo mi mail para que me escribas y así poder darte más detalles de la persona. ma.daniela.hg@gmail.com En el mail ojalá que vaya tu nick y tu link de blog para no perderme. Que estés super!
Gracias :) ahorita te mando correo
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