.

.
"No vemos las cosas tal cual son... las vemos tal cual somos"

domingo, 8 de septiembre de 2013

Filosofos presocraticos









Y aquí estas”participando” en una sociedad. Miras a cada persona de tu alrededor y sabes que exageras al afirmar que puedes ver a todos, te preguntas si alguno de ellos esta con su pluma consentida escribiendo sus pensamientos y te ríes porque sabes que ellos tienen pensamientos ya escritos en un libro de filosofía anaranjado.

Desvías tu mirada de la hoja y notas ese basurero; un envase de maruchan, un boing, unas sabritas, unos churrumais y una envoltura transparente... ¿Quién se detiene a analizar el basurero cuando puede debrayarse en la “nada”, en Parmenides y todo eso que hablan?



Te distraes en una paradoja bastante buena, escuchas risas y esbozas una leve mueca que puede interpretarse como un intento de sonrisa automática, te distraes de nuevo al sentir un vacio... ¡Ah los vacios! Se han descrito en miles de libros, poemas, ensayos y canciones pero aunque al inicio creas que lo describieron perfectamente con el tiempo te das cuenta que un vacio nunca se puede describir, te ríes, obvio, y es que ¿Cómo se puede describir la nada? Tu vacio, ese vacio que te recuerda que por mas trillado que sea, no tienes un sentido de pertenecía, ni aquí, ni con la humanidad entera; te desgarras por sentirte parte de algo pero cuando estas por entrar en ello te das cuenta que es un circo y te alejas. Quieres sentirte parte de algo, pero te molesta ser parte de algo, te asusta ser parte de algo pero te asusta no ser parte de algo.



Miras de nuevo a las personas y estas bastante lejos de ellas.



Te quedaste vacía, todos tus pensamientos y tus emociones están en esta hoja... y de pronto llegan; llegan las voces de todos y se te clavan cual agujas literalmente, te lastiman, te molestan y no te dejan estar con tu nada. Odias las voces, esas charlas en las que tú oyes, analizas, respondes y listo; las odias porque hablas y hablas y hablas más sin embargo no dices nada, tú nunca dices nada y si dices algo no lo oyen y aunque te molesta sabes que es lo mejor. Estas sola así que no hables, escribe... escribe porque eso es lo que estas haciendo desde hace una hora y no te cansas; te vacías escribiendo todo lo que no dices y te quedas sin nada adentro, ¿ves? Ahora tienes espacio para mas de ti, si, mas de Roxana, mas de Mel, mas de ambas.



No es mucho lo que necesitas ¿lo notas? Un cuaderno y una pluma. Tal vez un poco de café, chocolate y un libro te hagan compañía. Cosas que de alguna forma te demuestran que si formas parte de algo, que existe gente que escribe lo que sientes y que gracias a ti otros tantos sepan que pertenecen a algo. Y te molesta, ¡DEMONIOS! En verdad lo odias y aunque lo odies sabes que no es tan grave porque (aunque suene narcisista) sabes que tu, si, solo tu puedes ser de esta forma y si encuentras a alguien remotamente parecida a ti será con un leve desequilibrio mental.



¿Estás loca? No lo sabes, aunque si analizas este escrito y que estas hablando en tercera persona de ti notaras que habla de un problema mental. O puede que como al inicio solo estés exagerando (sabes que lo haces) porque tu no estas loca, eres normal, eres como todos... Y con esta afirmación desesperada te demuestras que no sabes ni una mierda de ti.

1 comentario: