Hace no tanto tiempo como en otros casos, vivía justo en medio del mundo una muchacha que había nacido del roció de las lagrimas de las hadas, al haber nacido por medio de tan preciado, valioso, mágico, pero sobre todo melancólico liquido, se convirtió en una humana que era amada fácilmente si se conocía bien su interior; su cabellera negra y ondulaba caía libremente hasta su cintura, su piel era un regalo que la luna le había otorgado con afecto infinito, sus ojos habían caído de un almendro dándoles esa forma y ese característico cafe, sus labios fueron formados por la fresa mas dulce que se pudo encontrar y su voz se tomo prestada de las hadas del roció de la madrugada. Pero su belleza no se limitaba solamente a eso; las lagrimas formaron todo su interior dándole así una pureza inigualable, una fe peligrosa y un corazón demasiado fácil de enamorar y propenso a enamorarse. Pero como todo lo mágico, también llevaba en su interior una melancolía abismal y un frio que nunca cesaba.
Las hadas para protegerla tanto de si misma como de la humanidad ocultaron su belleza incluso de ella, sus ojos almendrados fueron levemente cegados haciendo que se viera con una simple muchacha.
Ella vivía rodeada de toda la naturaleza que podría conocer, por las mañana se levantaba por el sol que la acariciaba con sus rayos y los animales llegaban con ella para que los cuidara, cuando sentía la soledad invadir su corazón bastaba un abrazo de los enormes arboles para que esta huyera del mágico bosque.
De vez en cuando, un hombre se perdía en el bosque y la encontraba, ellos podían ver su belleza exterior y con eso bastaba para que quedaran enloquecidos y al oír su cantarina voz caían rendidos creyendo que la amaban mas que a su vida, pero ninguno de ellos por mas que intentara podría hacerlo, la magia con la que la muchacha fue creada era incomprensible para los humanos, ella hablaba de hadas, de brujas y ninfas que eran tan comunes como la muerte para ellos; no conocía ningún tipo de maldad, solo llegaba a escuchar rumores de cazadores que se detenían a descansar de cuando en cuando. Al no poder comprender su interior los hombres se rendían y abandonaban a la muchacha en el bosque, su melancolía crecía día con día y cada hombre (sin saberlo) se hacia poseedor de un pedazo de su corazón y con esto de magia, magia que ninguno de ellos podría aprovechar.
Al ver cada día mas triste a la pequeña muchacha decidieron resguardarla del mundo completamente haciendo que cayera en un profundo sueño que duro dos años, lo suficiente para que lo poco que le quedaba de corazón se repusiera. Cuando fue despertada, sus heridas habían sanado internamente, pero por desgracia externamente eran visibles; el conjuro era muy sencillo, el tiempo que ella durmiera las heridas saldrían de su exterior, pero no podían desaparecer ya que eso borraría el pasado de ella quitándole así parte de su magia, fue así como las heridas que los hombres dejaron fueron movidas a la piel de luna de la muchacha dejando partes finas de sus brazos y todo su cuerpo en general mas blancas y frías.
Pasaron los años y la hermosa joven cumpliría 22 años entre enero y febrero, en ese mes que era oculto para toda la humanidad, al cumplir esa edad las hadas se prometieron dejarla ir, siempre cuidándola y haciéndola fuerte. Pero 5 días antes de su cumpleaños llego un extraño a quien no pudieron detener, se acerco a la muchacha a la cual ya había observado desde años antes y en 4 días el fue capaz de engañarla y hacerla huir de su mundo para seguirlo, sus secretos del caballero la habían cautivado, era tan mágico con ella y debido a su amor al mundo no dudo de el en ningún momento.
Cuando llegaron a la comarca una anciana con dientes podridos vertió un liquido negro en los ojos de la doncella haciendo que pudiera ver no solo su belleza, si no también la maldad de la que estaba rodeada.
El caballero estaba cegado de odio hacia el mundo y después de contactar a la bruja esta le conto de dos opciones, encontrar a la muchacha y conocerla, dejarse envolver en su pureza y su magia lo que haría que su odio de el se disipara y viviera rodeado de amor, o enamorarla y después traerla con ella para mostrarle todo el poder y magia que poseía, al hacer esto y estar enamorada del caballero ella accedería a destruir todo lo que el odiaba. El joven opto por la segunda opción negándose a perdonar a los que lo humillaron.
La muchacha después de ver su poder, olvidó todo y se cegó en el odio de su amado, pero un día bajo la luz de la luna imperceptibles marcas brillaban en su piel, en un minuto recordó todo lo que había pasado y sin soportar tanto dolor pidió al rio que limpiara sus culpas y cayendo en el murió. La tristeza se apodero del reino entero condenándolo a la oscuridad y a la muerte de todos los seres mágicos que existían, la infelicidad reino por años, haciendo que el único que viviera en paz fuera el príncipe que no soportaba ver a alguien con vida por delante.
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